viernes, 15 de abril de 2011

¿Quién no se ha puesto alguna vez en su vida un cinturón? Pues bien, ahora es el momento de transformar la idea tradicional de cinturón, la cual lo concibe como un mero accesorio utilizado para impedir que se nos caigan los pantalones, o faldas en su defecto; para poder verlo como una seña de identidad. Podríamos decir que el concepto de cinturón es, en términos de moda, uno de los que más ha evolucionado con el tiempo. Algo que en un primer momento fue diseñado para impedir que nos quedáramos en cueros, se ha transformado con el paso de los años en el complemento imprescindible para muchas mujeres. No sólo realizan la función para la que fueron confeccionados, sino que además nos permiten conjuntar, adornar y perfeccionar el conjunto que elijamos para cada ocasión, permitiéndonos combinar nuestro atuendo de forma fácil y sencilla con los distintos accesorios. Anchos, finos, trenzados, lisos, coloridos, sencillos, extravagantes,…, puedes encontrar tantos modelos como imaginación tengas. Por ello, ya no es algo de extrañar el ver cada vez a más mujeres que los utilizan simplemente para adornar y dar un toque diferente al conjunto de cada ocasión. Cinturones que te permiten marcar la cintura, que te permiten ceñir un vestido o camiseta ancha en la zona que quieras destacar, hasta cinturones-riñoneras que te permiten además, llevar lo que deseas siempre encima sin miedo a perderlo.

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